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¿Qué dijo la bruja?
Esta es una historia verídica que sucedió en un remoto pueblo de vaya uno a saber donde y (parafraseando a Cervantes), de cuyo nombre no quiero acordarme.
Lumberjack, el leñador, fue a pedir empleo a una compañía forestal y se entrevistó con el capataz, que dicho sea de paso era bastante exigente.
- "En esta compañía solo tomamos a gente para talar árboles", dijo el capataz mirándolo con cierta desconfianza", Lumberjack no tenía una gran complexión física.
- "Pero eso es lo que yo hago, talar árboles", dijo el leñador.
- "Muy bien. Veremos que tan bueno eres. Allá tenés un árbol para talar. Vamos a ver cuanto tiempo te lleva."
Lumberjack tomó el hacha se dirigió hasta el árbol y de un hachazo, árbol abajo.
- "Impresionante! A ver cuanto tiempo te lleva talar aquel otro árbol"
Era un árbol como de dos metros de diámetro. El leñador va al árbol, y sí, el árbol era muy grande, le llevó dos hachazos tirarlo abajo.
- "Esto es increíble - dice el capataz – Te doy el empleo, pero decime ¿dónde adquiriste semejante habilidad?"
- "En el bosque del Sahara"
- "Querrás decir en el desierto del Sahara.".
- "Ahora es un desierto".
Y Lumberjack consiguió el trabajo. Cuando cobró su primer sueldo se fue al poblado cercano. Mientras tomaba un vaso de agua mineral (era abstemio), escuchó a los parroquianos discutir sobre una historia. Tomó confianza, preguntó, y esto fue lo que le contaron:
Había dos muy buenos caballos en el pueblo, cuyos dueños eran excelentes jinetes. Al dos por tres apostaban y corrían carreras. A veces ganaba uno y a veces ganaba el otro. Ya estaban aburridos de la competencia. El hombre rico del pueblo (siempre hay un rico en los pueblos), para ponerle un poco de emoción al asunto les hizo a los dos jinetes la siguiente propuesta:
"Necesito un buen caballo. Así que ustedes hagan la carrera, pero no voy a comprar el caballo que gane, voy a comprar el que pierda, el que entre segundo".
Aceptaron. La carrera consistía en ir hasta cierto punto, atravesando un bosque, y volver (demás está aclarar que Lumberjack todavía no había pasado por ese bosque).
La gente del pueblo se amontonó en la largada y … la carrera se largó. Por supuesto que no iban al galope, ni siquiera al trote, apenas al paso. Cuando entraron al bosque, se pararon los dos y ninguno arrancaba, ninguno de los dos quería dar un paso más pero, ….de repente, ¿quién apareció?......la Bruja del Bosque. Se decía que la bruja estaba dotada de misteriosos poderes y que nadie era capaz de resistir sus sugestiones.
La bruja los miró a los dos y les dijo unas palabras. No pasó ni medio minuto que salieron galopando como alma que lleva el diablo, disparados hacia la meta.
Y el hombre rico cumplió. Compró el caballo que entró segundo.
Y esto es lo que se preguntaban los parroquianos de la taberna:
¿Qué fue lo que dijo la bruja?
SOLUCIÓN
La bruja dijo: "Cambien de Caballos !!!"