Si quieres ser sabio, aprende a interrogar razonablemente, a escuchar con atención, a responder serenamente y a callar cuando no tengas nada que decir. Johann Kaspar Lavater (1741-1801) Filósofo, poeta y teólogo suizo.

Había una vez un reino muy lejano cuyo rey se ve en la necesidad de nombrar un nuevo Gran Visir. Los candidatos más acreditados para el cargo eran sus tres principales asesores: Ashtad (que en iraní antiguo quiere decir "rectitud"), Basag ("halcón") y Cerig (significado incierto). El rey, que no quiere herir susceptibilidades, inventa una prueba lógica para dirimir la cuestión y elegir a uno de ellos.

Convoca a los tres sabios y les explica que a cada uno se le colocará una venda sobre los ojos y luego un sombrero en sus cabezas, el cual será seleccionado entre cinco sombreros, tres blancos y dos azules. Después que cada uno tenga el sombrero perfectamente puesto sobre su cabeza, se les quitará las vendas y se les permitirá verse mutuamente, pero no podrán ver el propio sombrero ni podrán comunicarse entre sí, ni oralmente, ni gestualmente ni de ninguna manera y deberán responder solamente, cuando el rey les pregunte individualmente si saben el color de su turbante. Aquel que conteste fundamentando lógicamente su respuesta será nombrado Gran Visir.

Acto seguido se procede a aplicarles las vendas, se le coloca a cada asesor un sombrero blanco, se retiran las vendas y se les da un tiempo para que se puedan observar entre sí.

Luego, el rey se aproxima a Ashtad y le pregunta:
“¿Sabes el color de tu sombrero?”
A lo cual el atribulado  erudito responde:
“No.”

Se acerca a Bazag y lo interroga:
“¿Sabes el color del tuyo?”
Obteniendo del consternado asesor:
“No, tampoco lo sé.”

Finalmente le pregunta a Cerig:
“¿Acaso tú sabes el color de tu sombrero?”
Y el hombre responde seguro de si mismo:
“Sí, ¡mi sombrero es blanco!”

Cerig fundamentó su respuesta y fue nombrado Gran Visir del reino.

Y ahora nosotros podemos plantearnos las siguientes preguntas:

¿Cuál fue la deducción que hizo Cerig para arribar a la conclusión de que su sombrero era blanco? ¿Qué pueden decir  acerca del comportamiento del rey? ¿Les parece que fue justo? ¿Por qué?

Los tres sabios – Solución

Para abreviar vamos a llamar a Ashtad, Bazag y Cerig por sus letras iniciales: A, B y C.

¿Cuál fue el razonamiento que hizo Cerig?

El primer interrogado A es natural que responda negativamente, puesto que solo puede ver los sombreros de B y C. De la única forma que podría deducir el color de su sombrero es que los sombreros de B y C fueran azules, ya que se sabe que hay solo dos. De no ser así, al no poseer ninguna otra información, no puede saber el color del suyo y de ahí el "No" como respuesta.

El segundo interrogado B percibe lo mismo que el anterior, dos sombreros blancos, y de ello nada puede concluir, aunque cuenta con una información adicional: que A aún no sabe el color de su turbante. De todas formas no puede adelantar un razonamiento porque le hacen falta más datos para determinar su situación. Es así que surgió su "No" como respuesta.

Pero el tercero C, razona que si B hubiera visto en él (o sea en C), un sombrero azul habría sabido que su propio sombrero era blanco (esto basándose en la información aportada por la negativa de A), y su respuesta habría sido positiva. Pero no fue así, su respuesta fue negativa, entonces C sabe que su sombrero es blanco.

En conclusión La única forma en que A hubiera podido contestar afirmativamente es que estuviera viendo dos sombreros azules, entonces sabría que el suyo era blanco. B hubiera podido contestar afirmativamente si el sombrero de C fuese azul, entonces también sabría que su sombrero era blanco, esto porque A no pudo contestar y C, basándose en el desconocimiento evidenciado por A y por B  puede completar su razonamiento y contestar "Sí, mi sombrero es blanco".

¿Qué pueden decir  acerca del comportamiento del rey? ¿Les parece que fue justo? ¿Por qué?

El comportamiento del rey, como es rey, es arbitrario, porque fija arbitrariamente las reglas del juego en base al principio de autoridad, incide en el tiempo (hay un ordenamiento temporal), en que circulan los enunciados que revelan la existencia o no de certezas entre los tres interpelados, a la vez que establece la dirección en que ocurre el flujo de preguntas y respuestas. El rey determina cuándo y a quién hacer las preguntas, de forma que si alterara la secuencia sería otro sabio y no Cerig el que podría responder afirmativamente, puesto que los razonamientos son isomorfos.

Se puede entender entonces, a partir de lo expresado, que cierto ordenamiento temporal aunado a un direccionamiento del flujo de enunciados permite determinar cual de los tres sabios asesores, es el que desarrollará un razonamiento completo y en qué momento.

Por lo tanto, podemos concluir que el rey no fue justo, no fue imparcial. Inventa la prueba lógica para elegir a alguien que quería designar como Gran Visir desde el principio: Cerig.